"Si hay algo de lo que no me río, algo sobre lo cual Lacan estaba reglado en su relación a la locura (pero esta posición no es absolutamente excepcional, no lo es sino relativamente), algo que lo habitaba desde el inicio hasta el último final, digamos desde Marguerite Anzieu a James Joyce, era, permítanme que se los diga, lo que yo había escuchado en el rumor Lacan, a saber, que sabía, en su práctica, no saber. Más precisamente todavía, y todos sus seminarios y presentaciones de enfermos lo testimonian por igual, sabía no saber lo que Lacan pensaba. Sabía, y mucho, cuando eso se imponía, reírse, de Lacan" Jean Allouch.

viernes, 19 de marzo de 2010

Marilyn con Joyce y Freud

En la foto aparece Marilyn Monroe leyendo Ulises de James Joyce. La foto fue tomada  por Eve Arnold en 1954, en Long Island.  
Sí, claro, los sueños. Sé que son importantes. Pero usted quiere que yo haga asociación libre con los elementos del sueño. He quedado en blanco, como antes. Más resistencia para que usted y el doctor Freud se quejen.


He leído las "Notas introductorias" de Freud, Dios, era un genio. Hace que sea tan fácil de entender. Y tiene tanta razón. ¿No fue él quien dijo que Shakespeare y Dostoievsky entendían más de psicología que todos los científicos juntos? Mierda, claro que entendían más.

Usted me pidió que lea los meandros mentales (qué palabras uso, ¿eh?) de Molly Bloom para tener una idea de qué es la asociación libre. Fue cuando lo hice que se me ocurrió la gran idea.

Al leerlo, algo me molestaba. Aquí Joyce escribe lo que una mujer piensa para sí misma. ¿Puede saber, sabe realmente sus pensamientos más profundos? Pero luego de haber leído todo el libro, llegué a entender que Joyce es un artista que logró penetrar el alma de la gente, hombre o mujer. En verdad no tiene importancia si Joyce no tiene… o nunca sintió los dolores menstruales. Espere. Como ya seguramente se dio cuenta, estoy haciendo asociación libre y usted va a escuchar bastantes malas palabras. Por respeto a usted, nunca he sido capaz de decir las palabras que realmente estoy pensando cuando estoy en sesión. Pero ahora voy a decir lo que se me ocurra, no importa lo que sea.

Al leer lo que discurría Molly, se me apareció la IDEA. Buscar un grabador. Ponerle cinta. Encenderlo. Decir lo que estoy pensando, como hago ahora. Es de verdad fácil. Estoy tirada en la cama, sólo tengo puesto el corpiño. Si quiero ir a la cocina o al baño, apreto el botón de detener la cinta y comienzo de nuevo cuando quiero. Y hago asociación libre. No hay problema.

¿Se da cuenta, no? Los pacientes no lo pueden hacer en el consultorio del doctor. El paciente está en su casa con un grabador…

Bueno, ahí tiene algo para la próxima vez, doctor.

Buenas noches.


(De las cintas que grabó Marilyn Monroe para su psicoanalista, Ralph Greenson).

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