"Si hay algo de lo que no me río, algo sobre lo cual Lacan estaba reglado en su relación a la locura (pero esta posición no es absolutamente excepcional, no lo es sino relativamente), algo que lo habitaba desde el inicio hasta el último final, digamos desde Marguerite Anzieu a James Joyce, era, permítanme que se los diga, lo que yo había escuchado en el rumor Lacan, a saber, que sabía, en su práctica, no saber. Más precisamente todavía, y todos sus seminarios y presentaciones de enfermos lo testimonian por igual, sabía no saber lo que Lacan pensaba. Sabía, y mucho, cuando eso se imponía, reírse, de Lacan" Jean Allouch.

domingo, 12 de junio de 2011

Se viene el bloomsday. Una muestra mas del efecto Joyce en la cultura. O de la época atrapando a Joyce.

libros
Domingo, 12 de junio de 2011

Para cuándo Oliver Tweet

Cuando el próximo jueves 16 de junio se cumpla un nuevo Bloomsday que, como se sabe, conmemora la jornada de 1904 en la que transcurre el Ulises de Joyce, algo novedoso va a suceder y, cómo no, tendrá que ver con las redes sociales. Miles de tweets inundarán la red reproduciendo fragmentos de la caudalosa obra de Joyce en sólo 140 caracteres.

“... sí cuando puse la rosa en mis cabellos como las muchachas andaluzas la llevan y debí llevar una roja sí y cómo el me besaba al pie de la pared morisca y me pareció bien lo mismo de él que de otro y después le pedí con los ojos para poder volverle a pedir sí y él luego me pidió si quería decir sí mi flor de montaña y primero lo rodeé con mis brazos y lo atraje hacia mí para que pudiera sentir mis pechos todo perfume sí y su corazón latía como alocado y sí dije sí quiero Sí.” Ese final del monólogo final de Molly Bloom en el Ulises bastó para convertir a esta obra en una de las novelas más singulares de toda la historia de la literatura, especialmente en lo que hace a la innovación del recurso del fluir de la conciencia, y también como novela de culto propiamente dicha. “Joyce es indiscutiblemente uno de los primeros escritores de nuestro tiempo. Verbalmente, es quizás el primero. En el Ulises hay sentencias y párrafos que no son inferiores a los más ilustres de Shakespeare”, dijo alguna vez Borges, aunque muchos aseguran que nunca terminó de leer el libro. Por eso, por todo eso, cada 16 de junio tiene lugar el Bloomsday, una celebración mundial en homenaje y conmemoración a la única jornada –el mítico 16 de junio de 1904– en torno de la cual gira la trama de la obra maestra de Joyce. La celebración, en este caso, va a tener un gustito contemporáneo y tecnológico muy especial, y mucho tiene que ver el notable crecimiento de las redes sociales. Si Twitter, en detrimento de Facebook, venía siendo considerada, de alguna forma, la red social “inteligente”, ahora directamente recibirá el diploma de graduación. En este mismo momento, un centenar de admiradores de James Joyce se encuentran ultimando los detalles de una traducción que puede sonar casi imposible: hacer entrar en los tweets de 140 caracteres distintos fragmentos de la monumental novela, entre los cuales el más elegido es, claro, el perturbador y maravilloso monólogo de Molly Bloom.
A partir de las 8 de la mañana del próximo jueves 16 de junio, en Dublín –la ciudad donde transcurre la novela–, una catarata de tweets inundarán, cada quince minutos, la red con los fragmentos de Joyce; claro, ese era el momento exacto en que el joven escritor Stephen Dedalus (indiscutido alter ego del autor) se encontraba observando cómo se afeitaba Buck Mulligan mientras que Leopold Bloom (el otro alter ego de Joyce) mantenía un breve discurso con su gato.
“¿Qué sucede cuando el mundo reactualiza el Ulises en 140 caracteres al mismo tiempo? Averigualo acá, el bloomsday, 16 de junio de 2011” propone de manera cinematográfica la cuenta de twitter @11ysses. El impulsor de Ulysses meets twitter 2011, esta idea algo alocada de adaptar el Ulises a Twitter, es el estadounidense Stephen Cole, un confeso admirador de la obra de Joyce que trabaja en la oficina de prensa de la NASA, y a quien lo cautivó el desafío de “destilar la realidad de la prosa poética de este libro en el mínimo espacio”.
¿Cómo llevar a cabo semejante proeza?, se preguntan los mismos organizadores, que no tardan en proponer una respuesta: “con brevedad, amor y mucha imaginación”.

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